Mañana 17 de mayo se conmemora el Día Mundial de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información –mejor conocido como el Día del Internet– con el objetivo de promover el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) y concientizar sobre las posibilidades que éstas ofrecen para mejorar los niveles de vida de la población. Desde 2005, la ONU marcó esta fecha en el calendario internacional para sensibilizarnos sobre la brecha digital y la necesidad de que los gobiernos impulsen las TIC en sectores como el económico, educativo, de salud, de seguridad, entre otros.
A pesar de que es patente el aumento de la digitalización de la vida humana en el mundo y en nuestro país (de los 126.7 millones de personas que viven en México, casi 97 utilizan internet), Naciones Unidas considera que la conectividad universal efectiva sigue sin ser una realidad para los países menos desarrollados, pues solo el 36% de la población en naciones menos adelantadas usaron el internet en 2022, frente al 66% de los países más ricos.
Los derechos que tutela el INAI, el acceso a la información y la protección de datos personales, están íntimamente relacionados con las TIC y con el internet. En la actualidad, gracias al paradigma de la sociedad abierta existen tecnologías capaces de soportar grandes cantidades de información; las personas gozan de amplias libertades comunicativas; y los hechos de interés público circulan libremente en medios de comunicación y en redes sociales. En otras palabras, nuestros derechos a buscar, recibir y difundir información no pueden desligarse de los espacios digitales.
Este contexto nos permite ejercer nuestras libertades informativas a partir de desarrollos tecnológicos como la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT), una herramienta digital que facilita a la población conocer o requerir información pública a entes públicos (partidos políticos, municipios, sindicatos, dependencias gubernamentales, entre otros), mejor conocidos como “sujetos obligados”, que tienen la obligación de transparentar su actuar y rendir cuentas a la población. Gracias a la PNT, las y los mexicanos podemos ejercer nuestros derechos de acceso a la información y a la protección de datos personales.
A pesar de todas estas ventajas, la sociedad abierta enfrenta también algunos riesgos. Por un lado, la desinformación y las fake news ponen en peligro nuestro derecho a saber, pues afectan nuestra capacidad para adquirir información fidedigna y verificada, lo que puede influir en las decisiones que tomamos. La desinformación vivida durante la pandemia de covid-19 o en periodos electorales son ejemplo de ello. Lamentablemente, la desinformación genera percepciones equivocadas y puede llevarnos a decidir con base en el miedo o el enojo.
Por otro lado, podemos ser víctimas de distintas violencias digitales como el ciberacoso, la extorsión o la usurpación de identidad. De acuerdo con el Módulo de Ciberacoso del INEGI, en 2021, más de 17 millones de mexicanas y mexicanos mayores de 12 años que usaron internet fueron víctimas de violencia digital (9.7 millones fueron mujeres). Proteger nuestros datos personales y cuidar nuestra privacidad es fundamental en el entorno contemporáneo, más aún cuando no existe todavía en nuestro país un marco normativo sobre ciberseguridad, mismo que, como lo he dicho en distintos foros, es necesario y urgente.
Un pilar de la labor del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) es la socialización y difusión de los dos derechos que tutela, esto es, darle armas a la población para que conozca cómo proteger sus derechos a saber y a la privacidad. Te invito a que consultes los micrositios “Identidad Segura”, “Ruta de la Privacidad” y “Me informo y protejo mis datos” (orientado a niñas y niños), y a que descargues de forma gratuita los libros “La desinformación en la era del coronavirus” y “La privacidad en la era de las redes sociales”, dirigidos por el Comité Editorial del Instituto, el cual tengo el honor de coordinar. Estos son algunos esfuerzos que hacemos en el INAI para que la gente, entre otras cosas, pueda navegar más segura por Internet.
El sector público y privado, así como la sociedad civil y la ciudadanía en general, debemos trabajar en conjunto para garantizar los derechos humanos en cualquier espacio. El avance de la democracia necesita ciudadanos alerta: debemos ser responsables con la información que consumimos en línea y también proteger nuestros datos personales.