A pesar del camino que falta por recorrer en temas de igualdad de género, es innegable que hemos tenido avances para mejorar las condiciones de las mujeres. Uno de los grandes aprendizajes es que las mujeres reconocemos que la desigualdad de género nos daña e impacta negativamente a todas las personas, hombres y mujeres debemos ser conscientes de esto.
La equidad de género es un principio que busca que hombres y mujeres tengan las mismas oportunidades, derechos y responsabilidades. Es un proceso que requiere la participación de todos para lograr sociedades más justas e inclusivas.
El promover acciones para fomentar una vida sin violencia ni discriminación, así como una auténtica cultura de la igualdad, en este sentido es que se incorpora la perspectiva de género de manera transversal en cada uno de los ejes que lo integran.
Propiciar la mejora continua y la autoevaluación; la identificación de las brechas entre hombres y mujeres para establecer medidas que favorezcan la igualdad de oportunidades y la equidad de género; es de carácter voluntario y es aplicado a empresas, organizaciones y entidades que deseen demostrar su compromiso con la equidad de género.
La igualdad de género no solo es un derecho humano fundamental, sino que es uno de los fundamentos esenciales para construir un mundo pacífico, próspero y sostenible.
Se han conseguido algunos avances durante las últimas décadas, pero el mundo está lejos de alcanzar la igualdad de género para próximos años.
Las mujeres y niñas constituyen la mitad de la población mundial y, por tanto, también la mitad de su potencial. Pero la desigualdad de género prevalece y estanca el progreso social.
Por lo regular, las mujeres ganan un 23 % menos que los hombres en el mercado laboral mundial y dedican el triple de horas al trabajo doméstico y de cuidados no remunerado que los hombres.
En cuanto la violencia y la explotación sexual, el reparto desigual del trabajo doméstico y de cuidados no remunerado y la discriminación en los cargos públicos siguen suponiendo enormes obstáculos. El 70 % del personal sanitario y social del mundo son mujeres.
Es necesario un liderazgo político, inversiones y unas reformas políticas integrales para desmantelar las barreras sistémicas que impiden alcanzar el objetivo, la igualdad de género es un objetivo transversal y debe ser un elemento clave en las políticas, presupuestos e instituciones nacionales.
Han sido las mujeres jóvenes quienes han sido criticadas para mostrarnos la crudeza de las violencias y los espacios inseguros que persisten.
¿Qué acciones podemos tomar para erradicar la discriminación de género en nuestra comunidad?
Mary Sol Sandoval Villegas
Licenciada en Ciencias de la Comunicación y Periodismo