Entre lo más destacado sobre lo acaecido este fin de semana en Zacatecas la salida del Coordinador de Campaña de D21, Enrique Laviada, fue una de las cosas que más llamó la atención.
Si bien existe el persistente rumor de su poca o nula participación dentro del trabajo que se venía realizando al interior de Casa de Campaña del Candidato a Gobernador. La duda más inquietante es la del papel que, el ex coordinador, vendrá a realizar dentro de la siguiente legislatura local, sobre todo teniendo en consideración que ya no se reconoce como afín a la marca de purpura.
¿Será qué, el futuro Gobernador, tenga planeado obsequiar una curul más a la oposición?, esto podría convertirse en un garrafal error, sobra decir que Enrique Laviada llegará a la Legislatura Local en un afán revanchista y rencoroso, amén de las dificultades que representará la búsqueda de alguna negociación con un legislador con esta actitud.
Se avecinan tiempos de cambio en Zacatecas, tiempos en los que el viejo régimen opondrá toda la resistencia que pueda para ser extirpado del sistema de gobierno estatal y más aún, tiempos en los que cada aliado al ejecutivo puede significar una diferencia crucial.